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lunes, 7 de febrero de 2011

Únicamente es responsable aquel que tiene responsabilidad

En los últimos meses estoy viviendo situaciones relacionadas con las cimentaciones, las cuales aunque previsibles en este entorno de crisis, no dejan de ser importantes, ya que en un futuro no lejano, con una probabilidad no aceptable, acabarán en siniestros, los cuales, directa o indirectamente cargarán sobre las espaldas de los profesionales responsables del diseño o la dirección de los proyectos.

Estoy hablando de trabajos encargados a empresas de solvencia técnica mínima que están compitiendo en el mercado con empresas solventes, éstas organizaciones normalmente están en la fase final de su viabilidad como empresa, por lo que mandan en ellas, criterios de supervivencia frente a cualquier tipo de política. También se da el caso de empresas de nueva creación, normalmente originadas desde las empresas antes descritas y en las cuales, fácilmente, también priman aspectos cortoplacistas sobre una política de continuidad y solvencia a medio-largo plazo, única política posible en el entorno de las cimentaciones especiales.

El resultado de esta situación no es otro que la proliferación de trabajos de cimentación especial con un nivel de calidad inaceptable.

Si la realidad, arriba descrita, es problemática sobre cualquier unidad de obra, sobre las cimentaciones pasa a ser crítica, ya que
la posibilidad de detección a posteriori de una mala ejecución es baja, mientras que el coste de reparación de cualquier problemática detectada una vez construido el edificio es muy alto. En mi opinión, en una estructura, el diseñador tiene mucho menos control sobre la ejecución de la cimentación que sobre otras unidades, si a esto le sumamos el hecho de que, en fase de diseño ha asumido un nivel de incertidumbre mucho mayor que en otros elementos, por ejemplo un forjado, tenemos un cóctel peligroso donde la empresa de cimentaciones tiene mucho a decir.
A modo de ejemplo, evidentemente en el momento que diseñas un forjado tienes un nivel de incertidumbre sobre los imputs mucho menor que cuando diseñas un muro pantalla, además, en el forjado, podrás controlar que se arma correctamente y la calidad de los materiales, lo cual podrás hacerlo presencialmente, si quieres, y si no, te lo hará un técnico con unas instrucciones de control bastante claras.
En cambio en una pantalla ,sobre lo básico, que en mi opinión no es el hierro ni el hormigón (estoy por ver una pantalla rota por falta de hierro), poco control puedo tener yo como diseñador, se habrán hecho bien las juntas??, hormigonarán bien??? El tubo tremie lo retiran bien??? Los lodos los hacen y gestionan bien???? El terreno es el que he considerado????.
Resultado, mi responsabilidad como diseñador está en manos de la empresa de cimentaciones y como soy responsable, porque tengo responsabilidad, creo que estoy en una posición que me ha de permitir condicionar la empresa que debe realizar la cimentación.

Ya lo se, lo anterior suena horrible, pero si lo enfocamos de la siguiente forma ya no suena tan mal:

Como la unidad de cimentación especial implica un nivel de riesgo superior a otras unidades, no siendo factible acotar este riesgo a valores aceptables únicamente con controles externos habituales, siendo necesario tanto una voluntad como pericia concreta por parte de los industriales especializados, y como el que acaba sufriendo las consecuencias patrimoniales es en gran medida el proyectista y director de obra (a parte del usuario final), considero lícito que si no hay un filtro institucional para estos industriales como pueda ser las clasificaciones como contratista del estado, el proyectista y/o director de obra imponga criterios de selección sobre el industrial que realice dichos trabajos.


Hasta ahora, seguro que no he descubierto nada a los técnicos que se mueven en el entorno de la geotecnia y las cimentaciones, como profesionales de este sector, sois conscientes de esta dinámica, y de hecho, algo parecido vivimos los consultores en nuestro entorno de negocio.

 La razón de esta entrada no es otra que hacer una propuesta que creo tendría como resultado, acotar la problemática planteada, esta propuesta está basada en, dada la importancia de las cimentaciones en la construcción de cualquier edificación, establecer un filtro de las empresas que pueden realizar estos trabajos, al uso de las clasificaciones existentes para ser contratista para la Administración.

Las preguntas inmediatas a esta propuesta son tres sobre las cuales daré mi personal opinión, aunque creo que deben ser objeto de reflexión entre las partes implicadas:

·         Que criterios deben cumplir estas empresas?.  Personalmente establecería los siguientes criterios, los cuales argumentaré:


o        Existencia de la figura de un Director Técnico, como figura importante y apoderada dentro de la empresa, con titulación media o superior relacionada con la construcción, así como experiencia y formación específica en cimentaciones. Esta figura deberá ser el interlocutor con el diseñador y responsable de la cimentación,  y su función, debería ser, tanto el garantizar que la empresa que representa es coherente con unos principios técnico-profesionales adecuados, lo cual se reflejará en una mejor ejecución, además de tener una visión crítica y fundamentada  del diseño, lo cual debe permitir acotar la posibilidad que un defecto o anomalía de diseño (los consultores también nos equivocamos) acabe en un futuro siniestro.

o        Solvencia económica y operativa de la empresa, con un nivel adecuado de recursos propios, tanto económicos como materiales. Estos aspectos, aunque no garantizan la continuidad de la empresa a futuro, sí son un buen indicador.

o        Disponer de un seguro de Responsabilidad Civil adecuado. En caso de siniestro relacionado con la cimentación la capacidad de disponer de un seguro es básica, en caso contrario hay gran probabilidad de que únicamente los seguros de los técnicos acaben haciéndose cargo del coste de reparación.

o        Garantía de calidad en el trabajo mediante certificados tipo ISO 9001. La sola existencia de estos certificados indica la voluntad de las empresas en mejorar y dar un nivel de calidad adecuado a sus clientes, así mismo, implica una sistemática de trabajo que permite limitar las posibilidades de mala ejecución.

o        Experiencia en el mercado local de la obra a realizar. Sin ánimo nacionalista, conocer tanto los terrenos como la idiosincrasia de las zonas o anteriores experiencias, es un valor fundamental a la hora de plantear y ejecutar una cimentación adecuada. Evidentemente, es más probable que una empresa que trabaja en Catalunya (por que es donde mayormente trabajamos) desde hace 10 años sea más conocedora de las problemáticas típicas en Corbera de Llobregat (por poner una población), que una empresa de origen portugués (por poner una sitio lejano) que viene esporádicamente.



·          Esta clasificación irá contra la idea de un mercado competitivo?. La respuesta, en mi opinión, es no. El argumento básico de esta respuesta no es otro que mi conocimiento del entorno de la cimentación en Catalunya me permite resaltar que numerosas empresas como:

·         Sistemas de Cimentaciones
·         Rodio
·         2PE
·         Kronsa
·         Losan
·         Paubisa
·         ETG Cimentaciones
·         Geocisa
·         Grupo Terratest
·         IFC
·         Kellerterra

y alguna otra que se me habrá olvidado, cumplen sobradamente los requisitos arriba descritos, por lo que se puede afirmar que disponemos, en el mercado catalán, de un conjunto de empresas que por numero, tipología, origen y tamaño permiten suponer que se opera en un mercado competitivo, donde las reglas de la competencia rigen sobre las condiciones de negociación.

·         Quien aplica el criterio?. La respuesta a esta pregunta es difícil, en trabajos para la administración, la respuesta ha sido establecer una serie de clasificaciones como contratistas del estado para las empresas ejecutoras especializadas en cimentación, concretamente el grupo K subgrupos 01 y 02.

      Esto, que parece tan lógico como pertinente, no ha estado exento de malversaciones, ya que, como el criterio básico para dar dichas clasificaciones era el currículum de las empresas, aparte de la solvencia de éstas, constructoras de tamaño medio y grande tienen dichas clasificaciones, aunque, evidentemente, están muy lejos de ser contratistas especializados en cimentaciones a los efectos de lo aquí planteado. Independientemente de lo dicho, bastantes de las empresas mencionadas en la lista anterior tienen dichas clasificaciones.

Como respuesta, se pueden hacer muchas propuestas de clasificaciones u homologaciones, a modo de ejemplo muestro el típico apartado sobre clasificaciones de contratista para una obra de la Generalitat.



En base a lo expuesto anteriormente considero que el proyectista está lícitamente apoderado para condicionar la elección del industrial especialista de cimentaciones en aquellas obras en que el riesgo asociado a la cimentación pueda calificarse como especial, y que a falta de algún tipo de clasificación para los contratistas especializados en cimentaciones especiales, se utilicen criterios como los arriba expuestos.

Entiendo que esta dinámica no ha de verse como un mecanismo discriminatorio sobre ciertas empresas de cimentaciones, sino como una selección argumentada de los contratistas adecuados para realizar una unidad de gran implicación como es la cimentación, tal y como la propia administración realiza para las obras públicas. Respecto a los criterios, eso ya es otro cantar, arriba he hecho varias propuestas que pueden aplicarse desde ya, pero seguro que se pueden hacer otras muchas.

 En lo referente a facilitar que empresas pequeñas y/o jóvenes realicen obras, creo que eso es tan necesario como útil, lo que digo es que si yo soy el Director de obra y esa empresa no cumple los criterios que yo digo, quiero conocerla y que me convenza a mi que el nivel de riesgo (mi riesgo, el cual al final también es el riesgo del usuario final) que cojo con ella es admisible. La situación a evitar es que alguien irresponsable (porque no tiene responsabilidad real) gestione mi responsabilidad y el riesgo del usuario final.


No puedo cuanto menos acabar este texto sin hacer un comentario respecto a la importancia de un adecuado Estudio Geotécnico, pero como diría aquel, hoy no toca. Sin más me despido, agradeciendo de antemano el tiempo que habéis dedicado a la lectura de este texto.


12 comentarios:

  1. Juan, espero no haberte defraudado, más teniendo en cuenta de donde vienes.

    Anónimo, gracias

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  2. la intención es buena... pero precisamente el mundo parece que gira al revés... en cuantro días desaparece la obligación de colegación (que se han ganado bien a pulso los colegios, quede claro... tenían la oportunidad de ser un órgano útil y se acabaron convirtiendo en un ente parasitario)

    ... vamos camino a una total desregulación del mercado que viene impuesta por los países del norte, en los que la cultura de la responsabilidad social está a años luz de la nuestra, y en los que la desregulación no lleva aparejada la idea del "ancha-es-castilla"... la cosa puede acabar muy mal...

    ah... "algo parecido vivimos los consultores en nuestro entorno de negocio"

    pues ahí, ni te cuento

    ánimo con el blog... como dicen en geodiendo, la cosa está en superar el primer año

    frankie

    ah... por cierto... ¿no nos conocimos en cierta reunión de no sé qué compañía de seguros, hará diez o quince años, en la que se me ocurrió decir algo así como "la calidad del estudio geotécnico es directamente proporcional a los medios utilizados" y tú me contestaste que ni hablar?

    XDDDDD

    ay... como pasan los años...

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  3. Frankie, gracias por tu aportación.
    Respecto a tu pregunta, no puedo responderte salvo que me des más datos, como mínimo quien eres y cuando fué??.

    Respecto a la frase "la calidad del estudio geotécnico NO es directamente proporcional a los medios utilizados", no puedo recordar si yo la dije, aunque no tendría problemas de suscribirla, adecuadamente matizada.

    Un saludo y espero verte más por aquí.

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  4. jejeje... obviamente es una frase que hay que ver en su contexto... si la saco a cuento es solo porque es de aquellas cosas que le quedan a uno grabadas en el subconsciente, sin que tenga mayor trascendencia

    ... vete a saber si te acuerdas o no de la reunión... fue en la sede de un corredor de seguros (no recuerdo el nombre) que tenía una buena partida de CASER, y yo en aquellos años andaba como responsable de geotecnia y otros merendollos en el lab. general d'assaigs i investigacions de la GENE... ya te digo que ha llovido mucho desde entonces...

    ánimo (y constancia) con el blog

    f.

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  5. La calidad del estudio depende principalmente de la solvencia técnica, experiencia y profesionalidad del técnico. Los medios que utilices, acreditaciones, sellos de calidad, Isos, Unes, sondeos, ensayos etc, ayudarán a incrementar la calidad, pero no tiene nada que ver una cosa con la otra.

    He visto tirar informes "muy gordos" a la papelera (lo digo por la cantidad de hojas, sondeos, ensayos absurdos, salidas de datos de modelos, con un montón de firmas y sellos) y sustituirlos por una simple inspección ocular y nota técnica de un buen profesional.

    El problema es que hay que valorar más a los profesionales, pero ¿como?.

    Por ejemplo, creando un organismo privado de profesionales ("geotécnicos"), dirigido por profesionales del sector, sin interferencia de cualquier tipo de administración pública ni académica (universidades), que valore las competencias de cada profesional en función de su competencia, años de trabajo, trabajos realizados, obras en las que se ha participado, o sea un curriculum profesional (no académico).

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  6. eMILIO lo que planteas me parece interesante y puede que despues del turno de los colegios profesionales llegue el turno de los oficios o especialidades, viendo éstos como disciplinas transversales a las diferentes titulaciones.
    Conozco iniciativas que van en esta línea, como la Associció de Consultors d'Estructures (ACE) o su homóloga en Madrid (ACIES), pero están aún muy lejos de lo que tu dices, llevando trabajando sobre este tema muchos años.

    UN SALUDO Y ESPERO SEGUIR VIENDOTE POR AQUÍ

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  7. Apreciado Juanjo
    Apoyo totalmente tu iniciativa, la cual se debería extender a toda empresa que participa en la construcción, incluidas las promotoras comerciales, no a los autopromotores. Hasta el momento, y en muchos casos, se accede a la categoría de promotor solo tenido dinero y pocos escrúpulos, si tienes una boina que oculte tu ignorancia también ayuda; y si uno es promotor por herencia de la empresa de papa-mamá y “desinformado” entonces, a estos les ponen el doble cero delante y con ellos la licencia para matar.

    En muchos casos, ahora el que tiene el dinero decide lo que se hace en obra, y más si existe la perspectiva de que a la DF le vuelvan a dar obras en el futuro; lo que sucedería solo sí la DF no es muy problemática, tratando de llevar al promotor por el “libro”, en lugar de dejar al promotor que siga haciendo lo que sabe desde hace “treinta años”…..

    Para todos los promotores comerciales, y para las empresas contratistas-subcontratistas con responsabilidad importante en las obras, propongo que deban contar con un director técnico. Para el caso de las contratistas-subcontratistas, se podría pensar a partir de que porcentajes del PEM, en función de la repercusión de una contrata en el montante total de la obra sería exigible un DT a esas empresas, o para que determinados tamaños de obra, o para que tipo de obras o partidas comprometidas según daños o reclamaciones por defectos según estadísticas de aseguradoras, etc; sería necesaria la participación de un DT en la obra y por supuesto que debería ser independiente de la dirección facultativa y del autor del proyecto.

    La presencia de un director técnico de responsabilidad solidaria con el promotor-contratista, permitirá a este, ya que lo que le pase a su DT, desde un punto de vista de la responsabilidad compartida, le pasaría también a el mismo -si no se demuestra dolo por parte del DT-, el abordar el análisis satisfactorio de las propuestas del proyecto y la búsqueda de los contratistas más adecuados para la ejecución del contenido del proyecto, y que en caso de asumir soluciones de motu propio, no consensuadas con la DF, o como digo yo a traición, el resultado sea la responsabilidad solidaria compartida, por parte del tándem director técnico – promotor o contratista, para las acciones tomadas unilateralmente, y no como sucede ahora que se cierran las promotoras y ahí se queda el marrón, llevándose los beneficios, para que los técnicos participantes en el proceso proyecto-obra, y que reciben en el mejor de los casos un 4% del coste real de la obra, hereden el 100% de la responsabilidad, derivada de la mala praxis llevada a cabo por los promotores.

    Estoy de acuerdo que esa medida no afecta al acceso al libre mercado en cuanto que sería obligatorio para todos los promotores que pretendan promover obras, o para los contratistas-subcontratistas que pretendan ejecutarlas.
    Creo que deberíamos provocar el que los distintos colegios profesionales, se unan en este tipo de propuestas, que afectan a todos y que a todos beneficiarían, incluyendo a los promotores y por supuesto a los usuarios o propietarios finales de los bienes construidos.

    Juanjo, yo me ofrezco voluntario, a formar parte de ese movimiento de propuesta a través de los dos colegios profesionales a los que estoy adscrito y a buscar profesionales de otras demarcaciones que apoyen la propuesta.

    La cuestión sería formar un grupo de profesionales que interdisciplinarmente, hiciésemos una propuesta conjunta y coordinada para que la misma no parezca una acción aislada de unos quijotes que pretenden defender la profesión y a los usuarios de las obras.

    Jose.

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    1. Un movimiento como el que planteas podría ser interesante, aunque hoy por hoy iría totalmente contra corriente. Pero no olvidemos que la corriente parece que nos está llevando por el camino del desastre.

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  8. Todo esto está muy bien, pero no entiendo entonces para qué están el Pliego de Condiciones y el control de calidad. Con un pliego de condiciones adecuado (en lugar del habitual corta-pega) se debería poder controlar perfectamente la correcta ejecución de las cimentaciones especiales. Y por supuesto contral con la adecuada inspección. A lo mejor simplemente hay que prescribir como obligatorio dicho control y ya está.

    Y por supuesto, hay que huir de las clasificaciones de contratistas salvo en casos muy especiales (cuando sea escasa, por lo execpcional, la experiencia previa en el tipo de obra). Las clasificaciones sólo han servido en este país para que existan unas mastodónticas empresas constructoras que aplastan a los pequeños subcontratistas.

    Saludos.

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    1. Cometo, gracias por tu comentario. Personalmente no coincido contigo, al menos para el 90% de las obras de cimentaciones en que la realidad dista mucho de ser la que que tengo la sensación que contemplas.
      Las clasificaciones de contratistas creo que son unas excelentes herramientas, otra cosa es que se hayan prostituido totalmente, pero la herramienta es buena, sobre todo para aquellas actividades donde la especialización es fundamental.

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