El otro día me volvieron a preguntar sobre el riesgo de
lavado del hormigón cuando un pilote “in situ” se realiza parcialmente bajo el
nivel freático con agua en movimiento. El planteamiento suele ser siempre el
mismo:
Cuando realizo el pilote “in situ”, antes que el hormigón
haya fraguado, ya que someto éste a una corriente de agua con los consiguientes
esfuerzos de filtración, pueden éstos provocar un arrastre de finos que haga
que las partículas más finas del hormigón, es decir el cemento, sean
arrastradas con la corriente, con el consiguiente lavado del hormigón????
Mi respuesta suele ser:
Cuando digo grava gruesa estoy hablando de elementos de como
mínimo de 3-4 cm de diámetro (ver foto siguiente) y cuando digo circulación
importante estoy hablando de una clara y explícita circulación de agua.
En lo que sigue intentaré argumentar mi respuesta.
Para ello
me remito a los criterios de diseño de capas filtro, estos criterios buscan
garantizar que cuando hay circulación de agua a través de varios materiales
granulares, las fuerzas de infiltración no provocan que las partículas finas de
un material se movilicen y atraviesen el otro material.
Terzaghi en sus análisis relacionados con las condiciones de
filtro estableció que la condición para que no haya arrastre finos de un
material granular a proteger a través de otro material granular a modo de filtro, es
necesario que se cumpla la condición:
Donde
q
D15(F) representa la apertura que tendría un
tamiz tal que cuando se tamizara el material filtro, el tamiz únicamente dejara
pasar el 15% del material granular que forma el filtro. Otra forma de verlo es
que sería el diámetro mayor del 15% más fino del material granular que forma el
filtro.
q
D85(B) representa la apertura que tendría un
tamiz tal que cuando se tamizara el material a proteger, el tamiz dejara pasar
el 85% del material granular que forma el terreno. Otra forma de verlo es que
sería el diámetro menor del 15% más grueso del material granular que forma el
terreno.
En nuestro caso el hormigón que forma el pilote haría las
funciones de material granular a proteger (B), mientras que el terreno que está
en contacto con el pilote, haría las funciones de filtro (F).
Analicemos una granulometría de un hormigón y veamos que
valor tiene ese D85(B).
Si consideramos la utilización de un hormigón típico en
pilotes con tamaño máximo de árido 12 mm sabemos que por normativa, como mínimo
el 90% del material pasaría por un tamiz de 12 mm. Debo decir que lo habitual
en pilotes “in situ” es la utilización de tamaño máximo 20 mm, por lo que
estamos del lado de la seguridad.
Por mi experiencia y sabiendo que es más habitual poner
árido algo más grueso que más fino (sale más barato), creo que un valor
razonablemente seguro para el D85(B) de un hormigón con tamaño máximo de árido
12 mm sería 10 mm.
Luego ya tenemos el valor de D85(B), es 10mm.
Aplicando la formulación de arriba llegamos a la conclusión
que para que hubiera arrastre de finos sería necesario que el D15(F) fuera
mayor que 50 mm (10 mm* 5). Es decir, que si una muestra del terreno que rodea
el pilote lo pasáramos por un tamiz con apertura de rejilla de 50 mm, pasaría
menos del 15% de la muestra, vamos, lo que viene a ser una grava bastante
gruesa y limpia (volver a ver la foto de arriba).
En mi razonamiento he considerado el hormigón como un todo,
pero cabe otra posibilidad y es que el cemento que forma el hormigón, empujado por las fuerzas de infiltración, atraviese
la estructura granular del propio hormigón y se infiltre en el terreno
que rodea el pilote con el consiguiente lavado.
Para garantizar que el anterior escenario no se da es para
lo que debemos estar seguros que la granulometría del hormigón es adecuada.
Qué significa granulometría adecuada, en este caso????
Fundamentalmente es necesario una granulometría continua, es
decir que desde el diámetro de las partículas de cemento, del orden de 0,05 mm,
al diámetro máximo considerado, por ejemplo 12 mm, exista una adecuada
proporción de cada uno de los diámetros.
Para ser un poco más concretos, si tomamos como referencia
los dominios granulométricos considerados en el Código Modelo CEB-FIP, una
granulometría buena sería la que se ajusta a la curva B aunque más bien
entrando en la zona 4, abajo os pongo las gráficas para dos tamaños máximos de
árido.
Si os fijáis, la granulometría reflejada implica contenidos
de arena importantes, de hecho marca que las partículas con diámetro inferior a
2 mm serán del orden del 50% de la granulometría.
Con la anterior granulometría conseguimos que no se
movilicen las partículas dentro del compuesto cuando éstas sean sometidas a
esfuerzos de infiltración.
No puedo evitar recordar que una lechada de cemento
difícilmente inyecta una arena media, por mucha presión que pongas, de hecho,
si aumentas la presión de inyección, al final lo único que consigues es una
inyección por fracturación abriéndote paso a través de “fracturas” que provoca
la misma inyección, eso sí con presiones mucho mayores que las asociadas a los
esfuerzos de infiltración.
Aquí lo dejo, estaría encantado si recibiera comentarios, mínimamente
razonados de profesionales que no estén de acuerdo con lo aquí planteado, es
uno de esos temas que vale la pena analizar y no quedarse únicamente con la
receta.
Os dejo dos artículos de GEOJUANJO, en cierto modo relacionados con éste ya que tratan sobre cimentaciones y su
interacción, en fase constructiva, con el agua, el primer artículo plantea el fenómeno
y el segundo cuenta una historia.
Gracias por vuestro tiempo
juanjo
hey juanjo tienes por si acaso alguna publicación sobre los esfuerzos estáticos, esfuerzo total, vertical, etc.
ResponderEliminarAlfredo no se interpretar lo que pides, pero puedes mirar en la sección de NORMATIVAS Y GUIAS de este blog.
EliminarUn saludo
Muy interesante, como siempre
ResponderEliminarGracias a ti fede por tu visita
EliminarEstoy de acuerdo contigo en que no se produce lavado del hormigón salvo en las condiciones de elevado flujo de agua y granulometrías muy gruesas, pero también hay que tener precaución con la ejecución del hormigonado porque se puede producir, en presencia de agua abundante, el fenómeno de segregación de los componentes del hormigón por dilución de la mezcla, con la consecuente pérdida de las propiedades resistivas
ResponderEliminarCreo que son "leyendas urbanas" y la excusa por corte en el pilote por otras causas como son la mala ejecución de los mismos. El agua circula a velocidades de como mucho algún metro/día segun los gradientes naturales, velocidades mayores se pueden producir si existen gradientes fuertes, como puede ser un bombeo cercano (o interior entre pantallas), pero bajo estas circunstancias ya no se ejecutan (o no deberían ejecutrarse).
EliminarTino tienes toda la razón, de hecho, el artículo parte de la base que la ejecución del pilote es la correcta y dentro de la ejecución, uno de los aspectos más críticos esel hormigonado.
EliminarGracias por tu aportación, comentarios comoéstte son los que dan calidad a este blog.
Un fuerte abrazo y nuevamente gracias.
juanjo