A veces las soluciones de cimentación son realmente complejas y requieren de toda la capacidad técnica e inventiva disponible, cuando todo esto falla, un recurso, que no ha de descartarse, es la fuerza bruta, eso sí, le pondremos un modelo de elementos finitos dinámicos y lo revestiremos de alta tecnología.
Un ejemplo de lo anterior ya os lo mostré en el post Si no puedes con él (el terreno), dispárale.
Digamos que este post es más bestia si cabe.
Pero el problema geotécnico, lo merece. Pensemos en una estructura offshore flotante en aguas muy profundas, es decir con una lámina de agua del orden de 1000 m., esa estructura puede ser una plataforma petrolífera, un molino generador de electricidad por viento o por corrientes marinas.
Como anclamos dicha estructura????
Pues una posibilidad es la metodología objeto de este post.
El sistema se basa en clavar un elemento en el fondo marino, utilizando como única energía de calvado la energía de caída del propio elemento , en la web podréis encontrar diferentes formas de llamar a esta tecnología: deep sea anchor, torpedo anchor, deep penetrating anchor, etc..
Creo que explicar más sobre el sistema es romper el encanto de la simplicidad, os dejo el link Deep Sea Anchor donde tenéis muchos detalles sobre la tecnología.
Destaco un video donde se muestra el “sistema de puesta en obra”.
No puedo acabar el post sin explicar que la portada de éste se corresponde a la famosa escena de la película ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú cuyo título original era: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb de Stanley Kubrick.
Esta película, protagonizada por Peter Sellers, es una sátira ambientada en la guerra fría. Si no la habéis visto y podéis, dadle una oportunidad no os defraudará, mientras os dejo un trailer a modo de aperitivo.
Gracias por el tiempo que me habeis dedicado.
juanjo
El nombre completo de la película es Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb.
ResponderEliminarMuy interesante la entrada.
Gracias Manuel.
ResponderEliminarEspero seguir viéndote por aquí.
Un saludo