Estábamos acabando el siglo XX, nos
acordábamos de Barcelona 92, eran malos tiempos, aunque mejores que los de
ahora. Después de varios años trabajando en esto de las cimentaciones
especiales, junto con un amigo se nos ocurrió una idea que consideramos
fantástica y merecedora de iniciar un proyecto empresarial, nuestro proyecto.
Nos considerábamos preparados y
estábamos convencidos del éxito de nuestra idea, únicamente nos faltaba dinero,
unos 30 millones de pesetas ( peseta: dícese en castellano antiguo de
aproximadamente 0,006€). Para mí, el paso siguiente era evidente, había que
pedir el dinero a aquellos cuyo negocio era dejar dinero.
Mi amigo y casi socio, no tuvo
demasiados problemas para conseguir su parte, como dicen los mayores, tenía
posibles, pero mi parte fue otra cosa. Me acerqué a mi banco, aquel con el cual
había trabajado desde que mis padres me abrieron una cuenta con 10 años de edad,
le expliqué el proyecto, se lo documenté, les di todos mis datos, los de mi
mujer, nóminas, cuentas corrientes, incluso la hipoteca de casa.
Las visitas al banco fueron muchas
y finalmente, la decepción, el banco dijo NO.
El proyecto lo consideraba bueno,
así que finalmente rehipotequé mi piso (también el de mi mujer) consiguiendo 10
millones y saqué de los más diversos sitios todo el dinero que pude hasta
llegar a los 5 millones restantes.
La empresa se fundó. Después de un
par de años y tras la emocionante época de inicio, empezó incluso a ganar
dinero, pero para mí se tornó en aburrida, así que decidí vendérsela a mi
socio. He de decir que al final de todo y considerando mis horas a precio de
becario, lo comido por lo servido, eso si, la experiencia fue fantástica, gané
un buen amigo y el convencimiento que mi mujer confía en mis capacidades.
Muchas veces me pregunto, ¿qué
habría pasado si él del banco me hubiera dicho sí?, tal vez, entonces me habría
creído cosas como lo del apalancamiento, la ingeniería financiera, el
retrolising, etc…
Pero dijo NO y allí me di cuenta
que lo que decían mis padres era verdad, son la evolución lógica de los
usureros y como tal actúan. Sé que son necesarios, pero aprendí que debía hacer
todo lo que pudiera para tratar lo mínimo con ellos.
El Banco era el Santander, el
director de banco no se como se llamaba, pero no puedo cuanto menos que darle
las gracias. Espero que mis hijos se crucen en su camino con un director de
banco como el mío, entonces puede que aprendan, ya que a mí no me creerán.
Este post lo resumí y adapté en
250 palabras y lo envié a la sección de cartas al director La Vanguardia, los
cuales, con algunas modificaciones, alguna de ellas bastante torpe, me lo
publicaron el Sábado 8 de Octubre de 2011 en la imagen siguiente os adjunto la
carta tal y como apareció en prensa.
Por si os interesa, en este otro
post os presenté otra carta que me publicó La Vanguardia .
Gracias por vuestro tiempo
juanjo
Dices "Sé que son necesarios".
ResponderEliminarCreo que es un acto de fe. Nos han hecho creer que son necesarios. ¿Para qué?
Siendo España un país de (y para) funcionarios...no es de extrañar...Al emprendedor se le da un trato de apestado.
ResponderEliminarMuchas gracias por la experiencia personal.
ResponderEliminarMi mujer trabaja en el mundo de la consultoría contable y financiera a PyMESs y te puedo asegurar que los bancos españoles no usan el coste de oportunidad de su liquidez en prestar dinero a empresas que saben que son y van a ser rentables. Prefieren prestárselo a a empresas de amiguitos que en muchos casos son un rotudno fracaso desde su concepción.
Por increíble que a algunos les parezca, y tengo algún amigo en banca que me ha confirmado esto a regañadientes, los bancos españoles no querían ganar más dinero, pues ya ganaban mucho y uno siempre puede contar con el Banco de España, el BCE, el Estado, etc...para cubrirse. No, no están para ganar mucho más dinero con tu proyecto sino para favorecer a todos los amigos que puedan, para colocar a los antiguos políticos y para forrar a base de bonus y de prejubilaciones a sus CEOs - casi todos con perfil de "favor" más que de "competencia" - y no hay más que ver los casos dramáticos de la CAM, de Cajasol, de Caja Castilla La Mancha, de NovaCaixaGalicia y de muchos más pufos.
Bueno, pues entonces el banco acertó, no?
ResponderEliminarSi yo invierto mi dinero en una empresa es porque espero obtener más beneficio que en letras del tesoro. Si no, lo dejo ahí y me olvido de preocupaciones.
Tu empresa, si te hubieses pagado salario de ingeniero, habría tenido pérdidas, no?
Pablo, tal y como están montadas las cosas son necesarios, lo que si es verdad es que pueden haber otros escenarios, pero eso es otra historia.
ResponderEliminarAnónimo, yo pienso que al emprendedor no hay que tratarlo especialmente bien, simplemente hay qeu dejarle hacer.
Xosé, no se como son los bancos en otros países, pero aquí son así, me da la sensación que en todos los países deben ser parecidos.
Jorge, nunca lo sabremos, lo que es un dato es que yo pagué todo lo que debía, vendí la empresa y ésta siguió y creció durante muchos años, bueno no tantos ya que hace poco me enteré que habían cerrado, pero eso también es otra historia.
Gracias por vuestro tiempo
Estimado Juanjo, un placer leer tu blog. Al igual que tu me dedico a la geotecnia. Evolucione de hacer ingeniería, a también construir. Empecé haciendo micropilotes, luego pilotes, luego estructuras de hormigón y hoy hacemos el edificio casi completo.
ResponderEliminarSoy Argentino, y nunca recurrí al Banco como financiamiento. El negocio no da para pagar usureros. Siempre avance con el dinero generado en mi empresa. Es una premisa básica, crecer con recursos genuinos. Un abrazo grande.
Marco gracias por participar.
ResponderEliminarcoincido con tu forma de ver el negocio, aunque también soy consciente que esa visión limita mucho las posiblidades empresariales, sobre todo en los buenos tiempos, cosa que por cierto hace tiempo que no me preocupa.