El dolor suele ser síntoma que algo no funciona dentro
nuestro, siendo muy habitual pensar que a mayor nivel de dolor peor es el
problema que subyace, la enfermedad.
Los que tenemos hijos, cuando nos vienen con la típica carita
a decirnos que les duele, por ejemplo, la cabeza, nos preocupamos en intentar
determinar el grado de dolor, cuaaaanto echamos de menos en ese momento
disponer de una aparato que nos indicara el nivel de dolor, se podría llamar
dolorímetro.
Por cierto el dolorímetro existe en medicina y se usa para
intentar determinar de forma objetiva los umbrales de dolor. Es interesante ver
que se parece mucho a nuestros penetrómetros de mano, tan utilizados en
geotecnia, abajo os pongo dos imágenes de ambos aparatos.
No nos descentremos, ante un síntoma, lo razonable es
intentar medirlo y clasificarlo en una escala como paso previo a establecer la
estrategia a seguir. Para el caso de lesiones o daños en edificios, la
metodología es la misma, intentar medir y clasificar.